domingo, 6 de marzo de 2011

Cuando las barbas de tu vecino veas pelar...

La salida de Messina es un aviso para don Florentino Pérez de lo que puede ocurrir en la sección de fútbol.

Me comentaba un buen amigo que si Mourinho era un “Dios del fútbol” literalmente Messina era un Titán del Baloncesto. Messina cuenta, en efecto, con un palmarés más rico que el de Jose Mourinho. Llegó con esa vitola al Real Madrid. Un año y medio después, abandona el equipo sin triunfos y con trifulca.

Si la tranquilidad de la que se goza en la sección de baloncesto no ha servido para dar continuidad al entrenador, imagínense cómo será en la sección de fútbol que ya de por sí no goza de serenidad, máxime con dos años seguidos sin títulos.

Messina era el Mourinho de don Florentino Pérez. Y ha salido mal. Veamos las similitudes:

1)       Parece que el entrenador del equipo de fútbol ha salido más correoso de lo que la Junta Directiva esperaba. Si les ha cogido esto por sorpresa podríamos afirmar sin ambages que la Junta Directiva ha sido muy negligente. Los conflictos con este entrenador se suceden. Messina también tuvo (otros) problemas en su primer año.
2)       El primer año de Messina se saldó sin triunfos. La sección de fútbol todavía no ha perdido ningún campeonato, pero hay dos escenarios malos posibles:
a.       Un escenario de derrotas (final de la Copa del Rey, pérdida de la Liga, y eliminación en la Copa de Europa). En este caso, salvo una salida furibunda del entrenador al estilo Messina, yo apuesto por la salida de Jorge Valdano, pues a buen seguro los aficionados pediremos la cabeza de alguien.
b.       Un escenario de derrotas humillantes (bien en la final de la Copa del Rey, en el clásico del Bernabéu o en la Copa de Europa – podría ser, ojalá no sea, la vuelta contra el Olimpique de Lyon). En este caso, el entrenador tendría poca cabida en el equipo. Más o menos lo que le ocurrió a Juande Ramos o al propio Pellegrini. El Presidente estaría obligado a prescindir de él. Sería muy difícil mantenerle en el puesto ante la humillación.
c.       Ni que decir tiene que están otros dos escenarios: una victoria en la Copa del Rey, por un lado, y la victoria múltiple en el otro. Mi corazón está en estos dos escenarios, mi cerebro no tanto. Pero el corazón tiene razones que el cerebro no entiende.
3)       Los conflictos con los directivos. Messina los tuvo, Mourinho los tiene.
4)       Un archi-enemigo intocable. Las dos secciones no están logrando armar equipos con tiempo suficiente para hacerle frente al rival más fuerte.

Comentaba con acierto hace tres días el ex economista-jefe del FMI, Kenneth Rogoff, que la ventaja de haber vivido una suspensión de pagos es que el país aprendía la lección y no caía tan rápido en otra. Si esto es así, bien le vendría al Club y a sus dirigentes aprender de lo ocurrido en la sección de baloncesto y evitar repetir los errores en la del fútbol. No hacerlo sería arrogancia.

Veamos cómo se desarrolla este melodrama deportivo. En mi opinión, el Presidente debería aumentar sus lazos de conexión con la plantilla del Baloncesto, reducir la rotación de directores deportivos, en el fútbol aumentar a través de sus colaboradores la comunicación con el entrenador, transmitirle serenidad y apoyarle públicamente. El entrenador también debe hacer su parte, optar por un perfil menos conflictivo que no quiere decir más bajo. En el Real Madrid, a diferencia de España, sí se ven brotes verdes, pero hay nubarrones.

La Causa lo merece.

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