viernes, 18 de octubre de 2013

La sombra de la sociedad anónima

Contemplo estupefacto cómo un grupo cada vez más numerosos de madridistas no ve con malos ojos la sociedad anónima. Mi hipótesis es que, llegada la desesperación, ya todo da igual. El Club está, hoy por hoy, secuestrado, sin compás democrático. Y para esto, algunos argumentan no sin razón que es mejor una sociedad anónima.
Voy a tratar de dar algunos argumentos en contra de la "s.a." y a favor del Club como club:

1)      No habría marcha atrás. Si el Club deja de ser de los socios, la vuelta atrás es casi imposible.
2)     Podemos mejorar. El Club no es muy democrático, pero se puede resolver como club. En este blog se han presentado propuestas francamente interesantes. El retorno democrático del Club pasa por una revisión completa de sus estatutos, la creación de una Constitución Blanca y el establecimiento de unos principios de transparencia y participación únicos. Como sociedad anónima, no hay mejoras posibles.
3)     Inferioridad de condiciones. El formato de sociedad anónima nos pone irremediablemente por detrás de los rivales nacionales pues ellos mantienen una legitimidad indestructible: ellos serían democráticos, nosotros capitalistas.
4)     Sin ventajas anti-jeque. No se dejen engañar, queridos lectores, por el argumento de la capitalización. Una sociedad anónima no proporciona ninguna ventaja económica, ni siquiera la vanidosa presencia en Bolsa. El Club actualmente dispone de medios económicos suficientes y crecientes para competir con los grandes jeques, y una sociedad anónima está limitada en el largo plazo por su capacidad de generar ingresos sostenibles, es decir, igual que un club. No competiremos mejor contra los jeques o los millonarios rusos según nuestra forma jurídica.
5)     Con espejismo democrático. Peor que una dictadura es la apariencia democrática. El modelo Bayern que asigna una acción a cada socio es un espejismo de dictadura, controlado por sus principales accionistas corporativos (grandes empresas). La ilusión de que poseer una acción nos hace propietarios es vana. Somos dueños cuando podemos afectar las decisiones. Como socios podemos, porque tenemos los mismos votos que los demás.
6)     Sin mejoras deportivas. Muchos de los males del Club tienen raíces deportivas y sociales, no institucionales. Pasar a sociedad anónima no reduciría la presión sobre el entrenador, ni la influencia de los medios, por poner dos ejemplos. Si tienen dudas, échenle un vistazo al resto de sociedades anónimas deportivas de España: Valencia, Atlético de Madrid, etc.

Cuando oigan las palabras “sociedad anónima”, recuerden todo esto.

La Causa continúa.

jueves, 10 de octubre de 2013

De cuentas y cuentos

Las voces de alarma, aunque bienintencionadas, son exageradas, pero hacen bien en advertir de que no es buena idea entrar en una deuda adicional por remodelar el Bernabéu


Estos días pasados hemos asistido a un baile de declaraciones sobre la economía del Real Madrid. Aquí las tienen:

http://futbol.as.com/futbol/2013/10/09/primera/1381278574_505041.html
http://www.mundodeportivo.com/20130524/real-madrid/florentino-perez-deuda-balance-economico-gasto_54374805309.html

Reconozco que he saltado muy rápido a la palestra, y ahora que tengo las cuentas delante, puedo ofrecer una visión más informada. Aquí va:

1)     Los 541 millones de deuda son ciertos. El que quiera negarlo porque no le guste Relaño tendrá que aceptarlo.
2)     Pero tener 541 millones de deuda no es necesariamente malo si se está en condiciones de poder pagarla.
3)     La clave es ver el peso que tiene la deuda sobre el total de los activos. Por ejemplo, si yo debo un millón de euros pero tengo activos por 100 millones, mi deuda es el 1% de mis activos. No es muy grave, aunque deber un millón de euros pueda parecer mucho. La situación del Real Madrid no es buena porque tiene un ratio de deuda sobre activos del 63%. Lo razonable es que sea del 50% (por eso Gay de Liébana habla de 430 millones de deuda).
4)     Ahora bien, hay dos tipos de deuda: la de largo plazo (no corriente) y la del corto plazo (corriente). La segunda es una deuda que hay que pagar en breve, por lo que se requieren activos líquidos (a corto plazo) para cubrirlo. La diferencia entre esos pasivos y activos corrientes es el famoso “margen o fondo de maniobra”. Lo ideal es que sea positivo (más activos corrientes que pasivos). La situación del Real Madrid no es buena porque los tiene negativos por 100 millones.
5)     Ahora bien, cuidado con estos rápidos juicios de valor, porque todo hay que verlo con el dinamismo del tiempo, y es aquí cuando los números de Florentino Pérez son muy buenos. Toda la tendencia es a reducir esa deuda y a reducir el fondo de maniobra. Observen:
 
 
6)     El Real Madrid de Florentino Pérez mejora constantemente en lo económico, reduciendo progresivamente el fondo de maniobra y el ratio de endeudamiento. Por tanto, estáticamente el aspecto no es bueno, pero dinámicamente es muy positivo.
7)     Sin embargo, me posiciono a favor de aquellos que sostienen que endeudarse con 400 millones más para modificar el Bernabéu no es buena idea. Sería pasar a un endeudamiento del 75%, o lo que es lo mismo, volver a los número de 2008/2009 en plena crisis financiera. Económicamente se puede hacer, pero son cantidades muy grandes y cualquier impacto negativo en las fuentes de ingresos (por ejemplo, cobrar menos en ingresos televisivos) haría peligrar los pagos. El análisis de sensibilidad no juega a favor de Florentino. Ahora es fundamental ser prudente.
8)     El ritmo de crecimiento de ingresos se ha parado. Observen:
9)     Pero en mi opinión, lo que menos me gusta de la política económica de Florentino es que a pesar de que los ingresos siguen aumentando el beneficio global no aumenta (está en los 30 millones de euros todos los años, un poco más, un poco menos). Disponer de un balance saludable es extraordinariamente importante de cara a los años venideros. Se precisa un colchón de seguridad ante cualquier shock económico. Hay algunos signos preocupantes en la Liga española (lleno de los estadios, etc.). Un buen gerente debería poner las barbas a remojar.

En resumen, las voces de alarma, aunque bienintencionadas, son exageradas, pero hacen bien en advertir de que no es buena idea entrar en una deuda adicional por remodelar el Bernabéu.

La Causa continúa.

sábado, 5 de octubre de 2013

Matar al entrenador

“You have bled for Wallace. Now bleed for me!” (película Braveheart)
Y ahora le toca al entrenador. Ya son tantos los que han caído: Pellegrini, Raúl, Mou, Pipita… Ahora le toca a Carlo Ancelloti. Lo importante es destruir. Lo importante es no confiar. Lo importante es perder la calma. Queremos resultados extraordinarios, juego preciosista, y cuando no ocurre creemos que se consigue con un despido rápido. En fin. Este es uno de los grandes problemas del Real. La serenidad.

Tenemos que comprender que los equipos se hacen poco a poco, y que los entrenadores necesitan confianza, protección de la directiva. De lo contrario, jamás podrán echar raíces. Claro que, para que lo que acabo de decir tenga consistencia, es preciso que la estrategia deportiva sea la adecuada: qué tipo de juego se busca, qué jugadores se precisan, qué componentes de la cultura del Real (la cantera) son necesarios, qué entrenador conoce el club, su cultura y estilo y es capaz de llevarlo a cabo, cuán firme es la directiva a la hora de respaldar al entrenador y no proteger su culo cuando las cosas vienen mal dadas.

 A Florentino seguramente no le está gustando este entrenador. Y en otras épocas ya lo habría despedido. Pero ahora no le queda más remedio que mantenerlo porque despedirlo ahora sería un franco reconocimiento de su error. Y a Florentino, ante el Bernabéu y el gran público, le queda poco fuelle. En mi opinión, hace bien en mantenerlo. Muchos de los que estuvimos a favor de Mourinho lo estuvimos porque necesitábamos estabilidad en el entrenador. Los que hemos sangrado por Mourinho, ahora os pedimos que sangréis por Carlo.

La Causa continúa.

martes, 1 de octubre de 2013

Una asamblea de zombies

“Don Florentino, a nivel institucional, lo controla todo. A nivel deportivo, lo ha intentado todo”

Hace una semana tuvo lugar la Asamblea de representantes del Real Madrid. No hubo ninguna novedad. La Asamblea está compuesta por grupos muy afines a la actual Junta Directiva, y a pesar de la ausencia de éxitos deportivos, la propuesta económica presupuestaria fue aceptada por abrumadora mayoría. Sencillamente, no hay debate.

Al menos nos queda el consuelo de que don Florentino Pérez no ha podido aprovechar la ocasión de modificar más estatutos o realizar cambios sustanciales (sólo hace eso cuando hay grandes títulos ganados, recientes en la memoria).

La única oposición creíble es la del Santiago Bernabéu. O para ser más exactos, la del balón, que es la única dictadura que abruma a don Florentino. 

Don Florentino, a nivel institucional, lo controla todo. A nivel deportivo, lo ha intentado todo: hemos pasado de un entrenador blando a otro duro, de uno duro a otro blando. De un entrenador duro con la prensa, a uno afable con la prensa. De fichajes promesa tipo Ozil a fichajes galácticos tipo Bale. Son reacciones pendulares, no equilibradas. A la falta de equilibrio los griegos clásicos lo llamaban ausencia de virtud. A nuestro presidente le falta visión y le sobra pasión.

Me pregunto cuánto tardará la dictadura del balón en derribar la dictadura institucional que ha levantado este presidente. Otro ya estaría decapitado. Pero de momento, ahí sigue, con un discurso anticuado que ya no se cree ni él mismo. Quizás muchos madridistas se aferran a él porque no hay alternativas. Las habrá cuando el balón destruya a Florentino, pero entretanto seguirán larvadas porque saben que en un combate frente a frente el actual presidente lo tiene todo ganado.

La Causa continúa.