martes, 10 de mayo de 2011

Sobre política de fichajes


Caveat de inicio: yo no sé de fútbol. A mis lectores les pido que si me pongo a discutir sobre cómo juega o deja de jugar un futbolista, por favor, échenmelo en cara. Revisen mis posts. En este tema no entro, por total desconocimiento. Por eso en este post no me verán analizar las virtudes (o defectos) de Sahin, la mediocridad o excelencia de Altintop… estoy en manos del entrenador, que en este caso resulta ser José Mourinho.



Mi post intenta, como siempre, ser estratégico. ¿Cómo debe ser la política de fichajes? Recordemos las opciones más extremas:



1)     Ficha el presidente, es decir, ficha la persona que representa al club, y no los que saben.

2)     Ficha el director deportivo (en este caso Miguel Ángel Pardeza), dejando la esfera de la composición del equipo en manos de la directiva del club y no del entrenador, que se limita a entrenar con las piezas que le dan.

3)     Ficha el entrenador, que ejerce de director deportivo. En este caso, debe tener una visión global y completa de toda la estructura y una estabilidad (largo plazo).

4)     Combinaciones y permutaciones de estos elementos (Presidente, director deportivo, entrenador).



Estamos de acuerdo que la primera opción es manifiestamente errónea. Don Santiago la practicó mucho, pero es que en su época él era el director deportivo… Tenía una relación tan estrecha con Miguel Muñoz que con un cruce de miradas ya se entendían. En una estructura actual, más profesional, esto es imposible.



La opción 2 es coherente siempre y cuando el entrenador escogido esté en plena comunión deportiva con los directores deportivos. Si el entrenador es muy defensivo y los directivos quieren un equipo ofensivo, por ejemplo, el resultado es desastroso. La ventaja es que la construcción del equipo es más cerebral, más planificada, más dirigida por una directiva, sin depender de una sola persona, sin correr riesgos de dependencia de un agente (el representante del entrenador o comisiones oscuras). Se impone un estilo y es estable. La desventaja de este sistema es que el entrenador puede malinterpretarse como una pieza más, sustituible.



La opción 3 es coherente siempre y cuando el entrenador tenga una estabilidad garantizada. Es el caso de Ferguson en el Manchester United. Requisito imprescindible es que el entrenador tenga visión deportiva estratégica. La ventaja también es una construcción más planificada.

La desventaja es que el estilo del equipo es más personalista (sólo si la comunión del entrenador con el club es total podrá funcionar) y se corren riesgos de abuso de poder.



Repasemos la política de fichajes de esta directiva. La política de fichajes venía determinada por una estrategia de marketing. El Real Madrid de don Florentino Pérez se construía sobre grandes jugadores (marcas de prestigio) que se unían a la propia marca del Real Madrid. Esos jugadores estrella eran determinados por estamentos presidenciales del club (el presidente y sus más íntimos y ejecutado por José Ángel Sánchez habitualmente). El resto de fichajes eran las sobras, y se fichaban por parte del director deportivo. Este sistema de la primera etapa se replicó al inicio de la segunda andadura de don Florentino: Cristiano Ronaldo, Kaká y Benzemá representaron esta política, una política en la que un anuncio era más trascendente que un entrenamiento. Se resumía en: “Todos los años al menos un crack”. Es una política de fichajes coherente en lo institucional e incoherente en lo deportivo.



¿Y ahora con Mourinho? ¿Es Sahin un fichaje de don Florentino Pérez? ¿Lo será Altintop? ¿O Valdano y Pardeza están detrás? No lo sé y casi nadie lo sabe. Los periodistas callan. Y eso es bueno, porque significa que, haya o no rencillas en el club, al menos todos están de acuerdo en una cosa: el fichaje es del Real Madrid.



Recordemos que el peligro del tercer sistema de contratación (entrenador contrata) es el personalismo. Se hace un equipo a imagen y semejanza del ordenador. Para el Real Madrid es bueno, porque por primera vez hay coherencia deportiva. Lo malo es que Mourinho todavía da muestras de que no entiende lo que es el Real Madrid. Entiende, eso sí, de fútbol. Podríamos resumir diciendo que si la política de fichajes dirigida por don Florentino Pérez era coherente en lo institucional e incoherente en lo deportivo, la de Mourinho será coherente en lo deportivo e incoherente en lo institucional. Este es el peligro. Incluso a lo mejor, muy posiblemente, nos vaya mejor. Pero que nadie se sorprenda si hay trivotes, pivotes y un horrible juego defensivo durante todo el año. Será el precio a pagar por vencer al Barcelona. A lo mejor me equivoco, y Mourinho ha apostado por crear un equipo más ofensivo, que toque la pelota y sea capaz de quitársela al rival. Sahin parece, por lo que leo, más de este corte. En la Supercopa lo descubriremos.



Pero antes comprobaremos la verdadera influencia de Mourinho sobre el presidente. Si se concreta en la contratación de un super-fichaje (tipo Tévez o incluso Agüero), entonces estaremos siendo casi con toda probabilidad incoherentes en lo institucional y en lo deportivo. Y el pronóstico del año será muy oscuro…
 


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