Jose Mourinho no es sólo
un entrenador profesional, es también un profesional de la comunicación. Por
eso no alcanzo a comprender por qué mencionó lo de Diego López en su rueda de
prensa previa al partido del Valladolid (fechado 3 de mayo de 2013):
Lo que me quejo de
Mourinho es que, como profesional de la comunicación, no aclarase lo que quería
decir, dejando dos posibles interpretaciones: la primera, que a Casillas le
habría venido bien la competencia con Diego López, de la misma forma que a Özil
le vino bien la de Sahin (no resultó) y la de Modric. La segunda es considerar
a Casillas un jugador peor que Diego López, lo que supone minusvalorarlo frente
al resto.
Aunque tiendo a pensar
que se refería a la primera interpretación, me pareció patosa la falta de
aclaración, que dio lugar a todo tipo de comentarios por parte de la prensa y
posteriormente a las declaraciones de Pepe, todavía más desafortunadas:
Un entrenador como
Mourinho no debería caer en estos errores, y un jugador como Pepe no debería
salir a la palestra a airear una conversación que debería haber tenido
exclusivamente con el entrenador.
La conflagración en el
Madrid es evidente tras la eliminación en semifinales de Copa de Europa y tras
la (no anunciada) salida de Mourinho el próximo 30 de junio. Dicho esto, el día
17 hay una final de Copa, la del Rey. Mejor enterrar el hacha y hacer de la
necesidad virtud.
La Causa continúa.
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