Ya ha venido. Me
extrañaba que tardásemos tanto, pero comienza a materializarse la adopción de
un nombre corporativo al estadio Santiago Bernabéu.
Y creo que es
inevitable.
Es cierto que un estadio
con el nombre de Fly Emirates (o el que sea) pierde algo de personalidad, pero me
juego lo que sea a que don Santiago lo habría hecho también. El Bernabéu es un
activo muy poderoso y debemos sacarle el máximo jugo posible.
Así lo adelantaba en un
post de 2011:
Y ayer, igual que hoy,
pienso lo mismo: si necesitas ponerle nombre a una joya de la corona, es que
algo se está haciendo mal con los dineros… Pero en este tema apoyo al
Presidente.
La Causa continúa.
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