lunes, 11 de julio de 2011

Coherencia deportiva: el aterrizaje de Zidane

La llegada de Zidane como director deportivo viene a ser como la de Emilio Butragueño en su primera etapa con Florentino: un relaciones públicas con marca. En su caso, con mucha marca entre la gente que no supera los 30 años.

Zidane seguirá haciendo lo que hacía antes: enlazar entre Mourinho y el Presidente, y recomendar franceses. Y, además, sonreirá en las fotos oficiales de presentación de jugadores. Nada más.

La dirección deportiva la lleva Jose Mourinho. Zidane es una cara bonita. Tiene voz pero no tiene voto.

Esto no tiene por qué ser necesariamente malo. Es, de hecho, muy coherente. Nunca el reinado de don Florentino Pérez ha sido tan coherente en lo deportivo. Todo queda bajo el aura del entrenador, con un enlace carismático. Los fichajes no los determina la dirección de marketing sino la dirección deportiva, como debe ser.

A buen seguro el presidente tendrá sus ramalazos, sus tentaciones. Y la labor de Mourinho será pararlo. La de Zidane, sonreír. Veremos si el entrenador es capaz de frenar esas tentaciones. Si lo logra, no habrá fichajes de relumbrón. Si no lo logra, veremos si comulga con esos fichajes de relumbrón (lo veremos fácilmente: si saca al nuevo jugador estrella o si lo deja en el banquillo, caso de Canales o León).

Esta coherencia deportiva contrasta con otros equipos, cuyos líderes comienzan a emitir declaraciones contradictorias.

El camino no está exento de peligros, pero este Real Madrid va mucho mejor pertrechado que el del año pasado, e infinitamente más que el de hace dos años. El Presidente debe abandonar la política deportiva y centrarse en la política institucional. Tiene mucho trabajo en la UEFA.

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