jueves, 10 de febrero de 2011

Otra vez campeón de la "Deloitte Cup"

Por sexto año consecutivo el Real Madrid encabeza la lista de los clubes con más ingresos. Puede leer la noticia aquí (http://www.deloitte.com/view/es_ES/es/prensa/notas-de-prensa/ae8b3198bee0e210VgnVCM2000001b56f00aRCRD.htm). Para ser exactos, no es que el Real sea el más rico (la riqueza no se mide en ingresos sino en patrimonio). Sencillamente es el que más ingresa. Nada se dice (o se quiere decir) sobre la deuda.

Una idea para periodistas. ¿Por qué no se elabora un ranking con los clubes más endeudados del mundo? Pregunta además, ¿Por qué no se elabora un ranking con los clubes que más invierten al año?

Para un madridista, ganar la “Deloitte Cup” (llamada así por ser elaborada por la conocida empresa de auditoría) es una satisfacción si hay títulos. Sin títulos, es sonrojante. Habla muy mal de los directivos. En concreto, de don Ramón Calderón y su Junta (2 años como Presidente) y de don Florentino Pérez (3 años en su primera etapa y un año en la nueva). Curiosamente, el liderazgo del Real Madrid en ingresos coincide con las peores épocas de sequía del actual presidente. Esto es un dato que no implica causalidad necesariamente, aunque la correlación sí preocupa.

Que los aficionados al Real sólo puedan sacar pecho de esto es demoledor y desmotivante. Hay que intenta ver el vaso medio lleno, y piensa, “pues en cuanto empecemos a ganar les vamos a sacar 200 millones de diferencia al Barcelona”. Puede ser. Pero para empezar a ganar hay que implantar un modelo deportivo que esté por encima del modelo de marketing, que es el que actualmente prima en el Real Madrid.

El modelo en el año 2000, cuando don Florentino accedió a la presidencia, era fresco, estimulante. Consistía en sacar al Real del paleolítico económico en el que se encontraba y darle un empujón al estilo Manchester. Y lo logró. Fue la gran contribución de don Florentino al madridismo. Pero el modelo sólo se mantiene con ruido mediático, y eso lo dan los títulos principalmente y en su ausencia los fichajes de relumbrón. Cuando falte lo primero, no quedará más remedio que echar mano de lo segundo. ¿Se acuerdan de las presentaciones de Kaká y Ronaldo en el Bernabéu? ¿Qué creen que eran? ¿Presentaciones al público? Eran operaciones de marketing para relanzar los ingresos, deprimidos y en peligro tras el último año de don Ramón Calderón, sin títulos, con un equipo mediocre (reconocido así por los pesos pesados del vestuario) y el club en plena crisis institucional. Los fichajes son huidas hacia delante, intentos eficaces de generar ingresos pero ineficaces para confeccionar, mediante la adición de estrellas, equipos ganadores.

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