viernes, 19 de agosto de 2011

Zozobra madridista


La ventaja que da el escribir el último es doble: por un lado el polvo se ha asentado, y por otro uno ya ha podido leer todo tipo de valoraciones sobre el partido de Supercopa (2011).

Hago auto-crítica porque el madridismo está muy perdido. La bipolaridad nace y termina en Mourinho. A favor, en contra. Defender su acción, criticar su acción. ¿Cuál es el comportamiento adecuado de un jugador madridista y por extensión de un madridista? ¿Hemos perdido nuestra vara de medir? Estamos más confusos que nunca.

En tiempos de zozobra, recordemos nuestros estandartes. La clave la tenemos en el himno. Quizás no sea el himno que mejor suena, el que mejor ritmo tenga, e incluso esté anticuado (sobre todo para el amante de la ópera como don Florentino), pero es el mejor himno porque expresa la forma en que debemos vivir y comportarnos.

Un “caballero del honor” cuando es atacado se defiende,  pero no ataca ni provoca sin más. Tampoco se defiende desproporcionadamente (Si reacciona, la reacción debe ser proporcional a la acción). Y sobre todo, cuando hay una autoridad superior en el campo, en lo posible, debe referirse a ella.

Mourinho fue insultado con toda seguridad por varios jugadores y entrenadores rivales, el banquillo del Madrid fue asaltado verbalmente. Lo más lógico habría sido llamarle la atención al cuarto árbitro, informando del pésimo comportamiento del rival. Incluso como caballero no estaría de más enfrentarse verbalmente también al que insulta. Lo que no es caballeresco es pellizcar al rival por detrás (o meterle el dedo en el ojo, sea lo que fuere que hiciese Mourinho). Es una reacción desproporcionada y muy fea. La opinión pública necesita culpables, y a sus ojos el culpable siempre es el que comete la primera acción agresiva (insulto, empujón, etc.), salvo que el agredido responda en exceso, en cuyo caso el agredido será el culpable. De hecho, el empujón de Villanova a Mourinho prácticamente ha pasado desapercibido, no porque esté mal, que lo está, sino porque es una reacción proporcional a la de su agresor. Son reglas básicas de relación entre hermanos que determinan el castigo de los padres. ¿Acaso no nos ha pasado? Pesa además el agravante de que encima el equipo estaba perdiendo, por lo que la carga de la prueba se vuelve contra el perdedor habitualmente.

Por eso mismo, nada tengo que decir al enfado de Özil, ya que era una reacción proporcional a la agresión de Villa (sea puñetazo, empujón o manotazo).

Resumiendo la autocrítica, Marcelo estuvo muy desafortunado, su entrenador le tiene que ayudar a jugar con la cabeza más fría, igual que a Pepe. Y sobre todo Mourinho estuvo desafortunado, por su acción y luego por su rueda de prensa, en la que debería haber recapacitado. Además, es más grave en un entrenador que en un jugador, porque es la referencia de los jugadores, es el pivote sobre el que giran.

Las reacciones del anti-madridismo me traen sin cuidado, pero parte del madridismo y de los medios deportivos pedían la cabeza de Mourinho, o al menos una acción contundente de control de daños por parte de don Florentino. El día en que don Florentino fichó a Mourinho como entrenador sabía lo que fichaba. Con sus virtudes y con sus defectos. Lo que le pido al Presidente es coherencia. Este equipo está diseñado para ganar. Este es el año clave. No puede ahora decapitar al entrenador porque sería perder el año. El trabajo lo tiene en casa, fuera de las luces de las cámaras: consiste en hacer de don Santiago, consiste en hablar y hablar y hablar con el entrenador. Que sepa lo que es el Real Madrid, el comportamiento que se exige de él, etc. Si Mourinho vuelve a fallar no será culpa de Mourinho, será del presidente, porque no es el perro el culpable de morder, sino el dueño que no supo educarle.

Para contener los daños, propongo que el Real Madrid tenga un portavoz institucional que complemente a Mourinho (el portavoz deportivo), que represente oficialmente al madridismo, que dé la cara, que pida perdón. Un portavoz reconocido y con autoridad. Karanka no vale como portavoz institucional pero sí deportivo (se le ve como alter ego de Mourinho). Además, en los partidos oficiales sería conveniente que el Real tenga actuaciones poco polémicas, para que el agua vuelva a su cauce.

Seamos pacientes, esperemos que en Concha Espina se le dé una sesión de comportamiento madridista a Mourinho y recapacite. Sus acciones han manchado a la institución, y esto se restablece pidiendo perdón.
 

N.B. No voy a dedicarle ni un minuto a juzgar las acciones de los jugadores rivales. Lo reservo al Twitter.

N.B.2. Grandes tuiteros sacaban a relucir comportamientos de ex jugadores como Juanito, Benito, etc. como madridismo auténtico. Incluso, un formadísimo tuitero como @PedroBDonoso mencionaba una de las menos felices pero más famosas frases de Bernabéu: “Quiero a Cataluña, pero sin catalanes”. En una ocasión el presidente del Barcelona le respondió acertadamente: “Son peores los separadores que los separatistas”. Y Bernabéu tuvo que callarse porque la lucha dialéctica la tenía perdida.
A todos estos ejemplos siempre respondo lo mismo: fueron errores y precisamente por eso se pidió perdón por ellos. Busquen en Youtube la petición de perdón de Juanito, por ejemplo. Es todo un ejemplo de madridismo. Los jugadores y los entrenadores pueden equivocarse, pero recuperan su prestigio pidiendo perdón.

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