Cuando don Florentino
Pérez anunció su regreso, vino a afirmar que volvía para que no volviese a
repetirse lo acontecido en el pasado (Asambleas fraudulentas, elecciones trampeadas,
etc.).
La frase efectista “Para
que no haya más Calderones” vuelve a ser una “maniobra del lenguaje” similar a
las comentadas con anterioridad en un post bajo ese titular. Es tan efectista
como falsa, puesto que no existe una Constitución a prueba de balas, ni unos
Estatutos blindados. Ninguna democracia está protegida de aquellos que
pretenden servirse de ella. Como mucho se pueden poner los medios para que ese
tipo de gente esté poco tiempo en el Club. Así son las buenas Constituciones,
promueven el diálogo para facilitar la expulsión de los aprovechados, promueven
la transparencia para que todo se sepa, hasta las vergüenzas, y, sobre todo,
tienen poca confianza en los administradores. Las mejores constituciones son
aquellas que se fían poco de los poderes ejecutivos y hacen recaer
constantemente en el pueblo la obligación de controlarlo.
Nuestra misión en este
blog permanece: ayudar a la formación de los madridistas en los asuntos
institucionales del Club. Cuanto más formados, más podremos ver a través del
tupido velo que crean nuestros “políticos” con palabras pomposas y frases bien
sonantes.
La Causa continúa.
Bibliografía:
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